Blog de Eland Vera

El aprovechamiento de la función pública lleva a muchos presidentes regionales, alcaldes provinciales y distritales, concejales y consejeros regionales a permitir y estimular que su familia o miembros de su entorno político inmediato alcancen algún puesto laboral en la administración pública. Se trata, una vez más lo reitero, de organizaciones y liderazgos "políticos" que funcionan como "buques piratas" que pretender el abordaje de la "cosa pública" para obtener beneficios. A llegado a tal extremo el descarado acto que se puede afirmar que "hacer política" es precisamente obtener dádivas, ventajas, beneficios. Desde las más altas esferas del poder, como lo demuestra la acción a escala nacional del partido aprista, hasta el más pequeño distrito, pasando por municipalidades y gobiernos regionales, la corrupción ha sentado su señorío. Somos una comunidad nacional que propicia el aprovechamiento de la función pública. Somos dignos herederos de nuestr

Desde que lo ví por primera vez, por televisión obviamente, me pareció tan desagradable. Dueño indiscutible de maneras irritantemente autoritarias y discriminatorias (cachaciento, pendejo, criollazo, burlón, mandón, figureti, despectivo). Debo reconocer que gocé sabiendo que era un corrupto argollero con los ascensos e implicado en la desviación escandalosa de gasolina para fines privados y que, de esa manera, sus días estaban contados. A propósito, la perversa práctica de asignación de gasolina para oficiales de las fuerzas armadas es, verdaderamente, la institucionalizacion descarada y ante los ojos de medio mundo de la corrupción naturalizada como normal, desde las más altas esferas del poder. Así que del goce, pasé al asco. Y terminé con la típica e impotente angustia de saberme ciudadano de un reino tan alejado de los sueños que uno tiene para sí y para los demás. Para liquidarme "a lo Condorito", anoche un taxista me contaba que Donayre será todo lo que sea, pero tiene

Obama y Hamilton. Dos sorpresas. ¡Qué coincidencia! Jamás imaginé que el recientemente electo Presidente de los Estados Unidos y el recientemente campeón de la Fórmula Uno marquen un antes y un después en sus respectivos campos. Lewis Hamilton es el primer piloto de color que obtiene el campeonato de la Fórmula Uno, en un deporte consagrado por lo general a europeos. Lo de Barack Obama es más impresionante, sólo imaginable en películas y camino a desencadenar en una obamanía con el correr de los meses y los años (si es que logra, claro, gobernar a la altura de los grandes presidentes estadounidenses). Una curiosa coincidencia entre Hamilton y Obama. Las madres de ambos son oriundas del país blanco que los cobijó (Gran Bretaña y EE.UU); y los padres de ambos provienen de países extranjeros y de marcada raigambre africana. De Kenya en el caso del padre de Obama y de la isla de Granada en el caso de Hamilton. En conclusión, el 2008 cierra con dos reyes negros en medio de contextos domina