Cesar Acuña Peralta: personaje siniestro



 César Acuña Peralta es un personaje público singular. Se trata de un hombre emergente y provinciano oriundo de Chota, Cajamarca, muy astuto para los negocios. Que vio en la educación superior una gran oportunidad para hacer dinero. Es el propietario de las universidades Cesar Vallejo y Señor de Sipán. No contento con desarrollar esa actividad, estimo que la búsqueda del poder político debería cristalizar sus sueños. Fue alcalde de Trujillo y gobernador de La Libertad. Es el mandamás de su partido propio Alianza para el Progreso. Y como todos sabemos ha sido candidato a la presidencia de la República.

 

Hasta ahí el conocimiento público de este simpático personaje que ha sido caricaturizado como un político tonto y medio despistado, motivo temático jocoso de innumerables memes que se burlan de sus burradas. Pero hay otra historia detrás del personaje emergente. Quizás la verdadera historia.

 

En 2014 el sociólogo Rodrigo Barrenechea publicó una interesante investigación académica titulada Becas, bases y votos en la que mostraba que Acuña creo un sistema clientelista articulado a sus universidades y que expresaba una visión descarnada de la mercantilización de la política. O sea el dinero movía todo. Se ha vuelto un lugar común reconocer que el partido de Acuña parece una empresa o franquicia donde el que tiene plata gana un espacio o una candidatura.

 

Pero el momento culminante en el conocimiento del magnate Acuña, llegó el año pasado 2021, cuando el periodista Christopher Acosta publicó una investigación periodística titulada Plata como cancha. Secretos, impunidad y fortuna de César Acuña. Se trata de un exhaustivo y bien documentado trabajo que devela a un sujeto gris que atropella voluntades y silencia a las personas que agravia. Acosta lo dice directamente: si no fuese porque es un hombre rico, Acuña debería estar en la cárcel. Y bueno, valga el paréntesis para recordar que el padre de Acuña estuvo en la cárcel en la década del 70 por el delito de narcotráfico.

 

Como es sabido, Acuña denunció a Acosta por difamación y sorprendentemente el juez Raúl Jesús Vega ha fallado contra el periodista a dos años de prisión suspendida y al pago de S/. 400 mil a favor de Acuña. Lo más probable es que haya una apelación y ojalá se corrija el entuerto a favor del periodista Acosta.

 

Ha quedado clara la gran influencia que el dinero de Acuña impone sobre todo lo que toca. Amedrentar, acallar, negociar y chantajear simbolizan el lema de este oscuro personaje. Para finalizar un consejo: lean el libro de Acosta.


(Artículo publicado en el diario Viral de Arequipa, 12-01-2022)

(Foto: Amazon.com)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Otra vez atizando la discriminación contra Puno: la Zona Franca

Renegar del origen, cambio de apellido: de Quispe a Quimper

Escándalo en examen de admisión UNSA 2007