Traición o gobernabilidad. Las movidas en el gabinete


 

Hay sectores que consideran que la decisión de remover al expremier Guido Bellido y cambiar algunos ministros es la más clara evidencia que el presidente Castillo ha traicionado al partido que lo llevó a la presidencia. Lo que no se logra entender es que Perú Libre es un partido débil en el Congreso y que sus alianzas, hasta el momento, no alcanzan para ser un factor que contribuya a la gobernabilidad desde el Ejecutivo.

 Castillo requiere moverse más al centro y alejarse de posiciones extremistas. Es un dato y una exigencia de la realidad, no es traición. Tampoco se puede caer en la ingenuidad que el programa planteado por Perú Libre se cumplirá completamente. Hay propuestas que requieren una relación estratégica con el Congreso a fin de que se logren cristalizar. Tenemos militantes y dirigentes de Perú Libre que carecen de una lectura fría y desapasionada que les permita comprender que el arte de gobernar implica diálogo, negociación, acuerdos, tira y afloja. No todo es movilización y más aún cuando se está en el poder.

Ciertamente, el rugir de la calle es determinante, pero no debemos olvidar que la movilización de la población surge bajo condiciones concretas cuando la amenaza es inminente. Perú Libre tiene que seguir empujando desde abajo las firmas para el referéndum, fortalecer internamente su partido, prepararse para las próximas elecciones y desarrollar una actuación eficiente en el Congreso.

 No es una traición. Además el gabinete sigue siendo mayoritariamente de izquierda y con un interesante acento provinciano. Castillo, con acierto, ha elegido a la cajamarquina Mirtha Vasquez como premier. No sólo es una decisión inteligente por tratarse de una mujer (en un gabinete cuestionado por tener muchos varones), sino porque se trata de una profesional vinculada al campo de la defensa de los derechos con una trayectoria limpia y una actuación ponderada cuando presidió el Congreso

 Lo que debe prevalecer, en esta coyuntura, es que Castillo se asiente en el poder. Lo que va a permitir una gestión con mayor control de los procesos y a la larga con resultados. La cuota pragmática en la toma de decisiones es inevitable en estas circunstancias, las posiciones maximalistas y afiebradas hacen daño a la gestión. No será fácil gobernar con propuestas de izquierda en medio de un orden y cargamontón neoliberal. El ala cerronista y el ala castillista deben superar su impase, de lo contrario estaremos nuevamente más cerca de la frustración. Como ha sucedido en nuestra historia política.


Foto:CNN

Artículo originalmente publicado en el diario Viral de Arequipa, 13-10-2021

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