Es sorprendente a los niveles que
llega el sometimiento al orden neoliberal extractivista que pregonan los
principales medios de comunicación limeños. El premier Bellido solicita la
negociación con la empresa Pluspetrol referidas al gas de Camisea y los alfiles
de las empresas transnacionales atacan como perros rottweiler.
La mentalidad colonial de algunos
sectores nubla su entendimiento y no llegan a comprender que el Estado peruano,
en representación de los intereses nacionales, tiene toda la potestad para
solicitar la revisión de contratos con la finalidad de beneficiar a la
población y a los intereses del Estado. Es cierto que Bellido entró con fuerza
con un tuit que anunciaba la nacionalización del yacimiento, si la empresa se
negaba a las negociaciones; pero luego terminó presentando un oficio citando a
Plupetrol para tener una reunión de trabajo el 6 de octubre en la sede de la
Presidencia del Consejo de Ministros.
El gobierno debe negociar con
dignidad. Somos un país que carece de tecnología de punta y el manejo de
grandes inversiones para la explotación de recursos naturales, pero ello no
debe amilanarnos ante las grandes empresas transnacionales. Debemos superar las
prácticas entreguistas que han caracterizado a nuestra política por décadas.
Somos dueños de nuestros recursos naturales y debemos tomar decisiones
pragmáticas, viables, defendiendo nuestra soberanía. Es bueno recordar que
nuestros hermanos bolivianos renegociaron con las empresas extractivistas,
beneficiando los intereses del Estado y del país.
La explotación de recursos
naturales es un gran negocio y los extractivistas ganan sí o sí. Así que
obtener ventajas a favor nuestra es una salida que debe asumir el gobierno
castillista. Es injusto que las poblaciones cercanas al gas de Camisea no
obtengan el beneficio que les corresponde y paguen sumas exorbitantes por el
gas. Debemos asumir el derecho a tomar decisiones sobre nuestros recursos
energéticos, enfatizando nuestras circunstancias y contextos. Eso es soberanía
energética. Pero para que haya soberanía energética se requiere voluntad
política de los gobernantes. Y una población que respalde las decisiones
soberanas sin temores.
Flaco favor a la dignidad
nacional ofrece el coro mediático que endiosa a las transnacionales y nos
quiere vender la idea que el sometimiento a los poderes fácticos es la palanca
al desarrollo. El desarrollo será producto de un acertado y patriota juego de
posiciones con los poderes. No se trata de eliminarlos del tablero de juego,
sino de llegar a acuerdos soberanos. Debemos reconocer nuestras debilidades
como país, pero anteponer la fortaleza de nuestra rica naturaleza y la atención
a los sectores vulnerables.
Foto: https://mase.lmneuquen.com/peru/peru-advierte-que-podria-estatizar-camisea-que-opera-pluspetrol-n847236
(Columna publicada en el diario Viral de Arequipa, 29-9-2021)
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