¿Qué está en juego?

 No es una buena señal que lleguemos al domingo 11 de abril con tan alto nivel de incertidumbre. En la práctica hay 7 candidatos a la presidencia que podrían ingresar a la segunda vuelta. De un lado tenemos al grupo de candidatos neoliberales que insisten en mantener la “República de empresarios” (De Soto, López Aliaga, Fujimori y Forsyth); de otro lado tres candidaturas que fluctúan desde el centro a la extrema izquierda (Lescano, Mendoza y Castillo).

 Lo único de lo que estamos convencidos es que habrá segunda vuelta y que volveremos a tener un Congreso fragmentado con un alto número de bancadas. Quien salga elegido presidente o presidenta, gobernará con la posibilidad permanente de la vacancia, pues no tendrá mayoría en el Congreso y la oposición no tendrá problemas en armar una alianza que apunte a capturar el Ejecutivo.

 Por eso es sumamente importante que evitemos la dispersión del voto para el Congreso y que elijamos a congresistas que exhiban credenciales democráticas y una trayectoria de servicio ciudadano, sea cual fuese su actividad principal. De lo que se trata es de garantizar la gobernabilidad y la defensa de la institucionalidad. Teniendo el perverso cocktail de crisis sanitaria, política y económica, no podemos darnos el lujo de tomar decisiones irreflexivas que nos conduzcan a seguir viviendo más de lo mismo.

 Se impone una salida de cambio, pero para mejorar. Se impone apostar por la reforma del Estado, pero orientado a ofrecer políticas públicas que ataquen los graves problemas de salud, educación, trabajo y obras públicas. De lo que se trata es de superar la “República de empresarios” y caminar hacia una “República de ciudadanos” con especial acento en los sectores más desprotegidos de la sociedad. Se trata de poner a la economía al servicio de la ciudadanía. Conscientes de la responsabilidad en los gastos públicos se debe fortalecer el rol del Estado como agente de desarrollo.

 Dar importancia a los ciudadanos, consumidores, vulnerables, jóvenes, mujeres, pueblos originarios, micro y pequeños empresarios. Los partidos que apuestan por la “República de empresarios”, solo se orientan al gran capital. Debemos dar un giro histórico y entender que el desarrollo de la nación parte de reconocer quiénes son la razón de ser de los objetivos de bienestar en el país. Y partiendo de ese reconocimiento, luego orientar las diversas actividades, Debe quedar atrás esa nefasta mentalidad de servidumbre que nos hace creer que nuestro bienestar viene después del bienestar del poderoso.

(Publicado originalmente en el Diario Viral el 7-4-2021)

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