Hacia el quinto proyecto

 Los destacados historiadores peruanos Carlos Contreras y Marcos Cueto han planteado una acertada manera de comprender nuestro proceso como República. Sostienen que a lo largo de los últimos 200 años, se han intentado cuatro grandes proyectos político nacionales que han llegado al poder con la finalidad de instaurar un Estado nacional para todos que permita el bienestar y el progreso de nuestro amado país.

 El primer proyecto corresponde a la época de los libertadores de la patria que cortaron el vínculo con el imperio español. Fue un primer acercamiento con las ideas liberales, democráticas y republicanas. Lo malo de este proyecto es que los caudillos militares lo frustraron y lo trajeron abajo. El segundo proyecto es una reacción contra el militarismo y se encuentra encarnado en el Partido Civil, fundado por Manuel Pardo. La influencia de los civilistas arranca en 1872 y alcanza hasta el gobierno de Leguía. Lo negativo es que se trató del dominio de los ricos oligarcas con evidente aroma aristocrático.

 El tercer proyecto político nacional también es una reacción contra el anterior proyecto. Se va a imponer la valoración de nuestra cultura nacional y la consolidación de un Estado fuerte con pretensiones de abarcar todo lo posible. Este proyecto se gesta desde la década de 1920 y se cristaliza con la llegada al poder de los militares reformistas encabezados por el general Juan Velasco. Su logro más importante es la liquidación de la servidumbre semiesclavista de nuestros hermanos indígenas, en contra tuvo el autoritarismo y el estatismo.

 El Estado velasquista termina siendo desmontado con la reforma neoliberal de la década de 1990. Y por tanto significa la aparición del cuarto proyecto político nacional. Se trata de la apertura al mundo de las inversiones transnacionales como palanca del desarrollo, el empequeñecimiento del Estado, la apuesta por el sector privado y el emprendimiento individualista como motor del progreso. Obviamente, como todos los proyectos, tiene su lado positivo y su rostro negativo. Con el neoliberalismo a la peruana, se recortan los derechos laborales de los trabajadores, se depredan nuestros recursos naturales, nos sometemos al mundo del capital y se llega a niveles sorprendentes de corrupción.

 Una mirada serena de la historia nos llevará a la conclusión que tarde o temprano llegará el quinto proyecto político nacional. Seguramente corregirá las deficiencias del proyecto neoliberal y se buscará una posición más soberana con el mundo del capital transnacional. La rueda de la historia nunca se detiene.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Otra vez atizando la discriminación contra Puno: la Zona Franca

Renegar del origen, cambio de apellido: de Quispe a Quimper

Escándalo en examen de admisión UNSA 2007