Alan García: algo en nosotros le da fuerza y sentido


Me pregunto cómo será recordado Alan García de acá a unos 20 o 30 años, qué se dirá de él y de su partido. Seguramente se establecerá una fuerte diferencia entre su primer y segundo gobierno. Espero que su recuerdo también sea el de una etapa. Etapa en la que elegíamos movidos por factores señoriales y autoritarios. O tal vez dentro de 30 años sigamos eligiendo igual.

La semana que pasó, por otro lado, pudimos ser testigos, a través de los medios de comunicación, de la presentación de 16 millones de libros escolares que serán distribuidos gratuitamente en los colegios estatales del Perú. En verdad la cifra es bastante elevada y seguramente se tiene previsto que los libros de texto tengan no sólo una gran cobertura; sino que tengan una prolongada duración. Pero lo más denigrante fue comprobar que cada uno de los 16 millones de libros, dirigidos a niños y jóvenes de bajos recursos, tenían una foto de gran magnitud de Alan García en la contratapa. Y debajo de la foto un mensaje presidencial a los "futuros votantes".

Que no quede duda, García es vanidoso, megalómano y autoritario. De ese modo quiere perpetuarse en el recuerdo de los "futuros votantes" e ir adelantándose a la campaña del 2016 con fondos públicos. Está de más afirmar que el asunto merece ser investigado, la pregunta es sencilla ¿cuáles son las razones pedagógicas para que el presidente de la República comunique un mensaje político en los libros escolares?

Pero en un país como el nuestro, con pobres prácticas democráticas y nulo respeto a la institucionalidad en la vida política el tema será olvidado; porque todavía persisten formas virreinales y cortesanas entretegidas en la vida común y corriente de todos los peruanos, porque la figura del presidente jamás es divulgada como la del primer servidor público de la Nación, sino como la del soberano, el protector, el gran señor, el gran cacique o el gran virrey: "papá gobierno" para no irnos con delicadezas.


En verdad, me asquea, pero hay que soportarlo. Así ha sido y así seguirá siendo. País de caciques, de señores, de caudillos, de hombres providenciales; pero con su saborcito nacional, la viveza criolla, la pendejada o la criollada, como queramos llamarla.


Así, el peruano "más vivo", "el más pendejo de la Nación" se halla encarnado en ese rechoncho y alzado personaje que "se las sabe todas". El candidato natural y único de ese "cuerpo social" (gran argolla política de pendejos) llamado Partido Aprista Peruano. Alan García es el recordatorio diario que machaconamente nos enfrenta ante lo que somos con nuestros vecinos, amigos, parientes o compañeros de trabajo: serviles pendejos con pretensiones de Amos criollos.


El García grandilocuente, el de las risotadas, el que "cochinea" a sus ministros, el que califica de zonzos a sus opositores o de "perros" a los premodernos, ese García encarna la discriminación vigente y campante. Por eso y mucho más se mantendrá vivo en la arena política y seguramente será un duro contendor en el 2016. García vive y vivirá porque algo de todos nosotros le da sentido y fuerza... por desgracia.


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Comentarios

De la política peruana no sé demasiado. La información sobre Perú en los periódicos suecos no es tan rica como en los años 70. Ahora trata de la Unión Européa.
Viviendo en Suecia uno no tiene tanto que ver con Perú, pero para mí es diferente porque mi amigo tiene mujer de Perú. Se llama Maria y viven en Sundsvall, una cicudad bastante al norte de mi país.
Si a usted le gustaría saber un poquito más de Suecia - visite mi blog/podcast don Gerardo de Suecia. Todos son muy bienvenidos!

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