A tono con el post anterior. Ahora me ha venido por reflexionar sobre las personas que deciden cambiarse de apellido o realizar algunos ligeros cambios a su apellido. Mi primera sorpresa sobre un cambio de apellido la tuve cuando escuchaba que existía un Mamani que se cambió a Mamanini; luego supe de los Quispe que mutaban a Quimper o Kespe. La mayor de las sorpresas fue cuando supe que una de las autoridades de la universidad donde trabajo hizo un enroque de sus dos apellidos, es decir, si por ejemplo era Yucra Lopez, ahora era Lopez Yucra o de otros que de Condori pasaron a Condo o Del Cóndor. Más tarde, con más sorpresa supe de un apreciado alumno que practicó una completa "reingeniería" a sus apellidos de origen andino. Al principio, siempre me pareció un triste y calificado caso de falta de autoestima; pero con los años he logrado comprender las motivaciones que empujan a un Mamani, Quispe, Condori o Hancco a renegar de su apellido. Claro, en una sociedad racializada y j...
Comentarios
Creo que puede ser un elemento muy valioso, principalmente para aquellos que nos interesa la educación en cualquier pais en el que estemos.
Estoy convencidade que no solo debemos de tene la intencion de mejorar la educación con sistemas convencionales,sino que debemos de impulsar nuevas formas, para el beneficio de la comunidad, en mi caso particular a nivel nacional y que mejor si logramos tener intercambios, con paises como el de Ustedes para fortalecer una verdadera interaccion en América Latina, por que puede ser éste un detonante, para lograr mejores niveles de vida.