Evo Morales. Persona grata para el Perú
Recuerdo que hace algunos años la promoción del doctorado en ciencias políticas de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno propuso al rectorado que se declare doctor honoris causa al presidente Evo Morales Ayma. La exposición de motivos daba cuenta de la trayectoria del líder indígena boliviano que llevó a la nación altiplánica a refundar sus instituciones políticas y lograr que los pueblos originarios asuman un protagonismo inédito en la historia boliviana. Además se mencionaba que Evo ostenta más de 20 doctorados honoris causa entregados por diversas universidades del mundo que reconocen su importante papel para alcanzar la justicia social.
Morales es un ícono para muchos
surperuanos. Morales expresa un momento de ruptura con la política tradicional
hegemonizada por las élites oligarcas y racistas. Evo es un ejemplo a seguir en
el campo político y en la afirmación identitaria de las poblaciones ancestrales
sometidas por el orden establecido.
En Puno, Evo Morales es recordado
como el joven músico que llegó con las bandas bolivianas a acompañar la
devoción y el éxtasis de la Fiesta de la Candelaria. Y es recordado con viva
emoción porque recorrió el camino que muchos jóvenes indígenas anhelan: empezar
muy desde abajo enfrentando el racismo y la pobreza, para luego llegar a ser un
líder importante para la sociedad.
Los que viajamos constantemente a
Bolivia atestiguamos que la población de estratos bajos del hermano país
experimentó un cambio desde que Morales gobernaba. Los bolivianos crecieron en
actitud y orgullo. Sentían que el presidente indígena les había hecho justicia
y que la refundación política cauterizaba la herida colonial que soportaban con
amargura.
Evo Morales Ayma quedará inscrito
en la historia de la emancipación de los pueblos originarios. Evo es el
paradigma del hombre humilde que llega al poder para transformar su patria.
Así que la decisión de los enanos
políticos de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso del Perú que ha
declarado persona no grata al presidente Evo Morales debe motivar el repudio
ciudadano por la actitud miserable de los congresistas del tridente
ultraderechista (Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País).
La decisión es la manifestación
del miedo hacia el líder aimara. Pues es bien conocido el arraigo de Evo en la
población surperuana. Y lo han expresado claramente, tienen pánico al
“activismo político” de Morales Ayma. No quieren que ingrese al país, que se
reúna con líderes populares, que influya sobre nuestros cansinos dirigentes,
que nos cuente cómo gobernó, cómo fue su juego político con los poderes
fácticos, cómo alcanzó niveles de crecimiento económico, cómo negoció con las
transnacionales. Y que también nos cuente sobre sus errores, sus metidas de
pata. Y qué lecciones aprendidas nos deja su paso por el poder.
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