Grados académicos, los modernos títulos nobiliarios

En el medio en el que me desenvuelvo, como profesor de universidad pública en el Perú, he atestiguado insistentemente el desproporcionado valor simbólico y real que se otorga a los grados académicos de doctor y/o maestro como etiquetas de prestigio, distinción ante los demás y superioridad contundente. Tal vez mi testimonio personal podría servir de comprobación. Luego de concluir mis estudios de doctorado, retorné a la pequeña ciudad peruana donde trabajo, Puno, a más de 3800 msnm. Una vez en mis funciones, súbitamente los trabajadores administrativos que durante años me trataron como "profesor Eland" e incluso mi nombre a secas, ahora me llamaban "doctor". Les reproché cortés y alegremente el cambio, pero argumentaron que lo hacían por respeto, que "a algunos les gusta" ser tratados así y propiamente que ya no era el mismo. Para acrecentar mi incertidumbre, me iba encontrando con alumnos antiguos y dale con lo mismo. Ya no era su profesor de hace ...